Triangulaciones amorosas, de familia, de negocios y demás.
Muchos piensan que cuando hablamos de triángulos, necesariamente son amorosos. Nada está más lejos de la realidad. A mi modo de ver pudiera asegurar que casi el cien porciento de las personas, en algún momento de sus vidas han triangulado un mensaje, una información o una petición.
Te lo explico a través de varios ejemplos: En una familia donde el hijo varón le pide a la madre que hable con el papa para notificarle que ha sido reprobado en la escuela, en vez de hablar con ambos padres a la vez. Esto se presenta cuando la relación de pareja, es decir la relación entre papa y mama no está bien y el hijo se aprovecha consciente o inconscientemente para lograr su objetivo.
Una mujer que está peleada con su hermana y usa a su sobrina para hacer llegar un mensaje a su hermana.
Una mujer que usa a su cuñada para enviarle alguna información a su hermano.
Un empleado que se entiende con la secretaria del jefe para que esta interceda a su favor para solicitar un aumento de sueldo.
Y así tantos ejemplos que pudiera citar.
¿A qué se debe esto? A la incapacidad para comunicarse de manera asertiva con la persona que corresponde para resolver el conflicto presente.
La persona que sirve de puente es utilizada y manipulada para llevar y traer información.
Una vez que conocemos de que se trata este concepto debemos tomar consciencia si hemos sido víctimas o si hemos usado a otros para llegar a un tercero con la finalidad de lograr un objetivo.
Tener esto presente en todos los ámbitos de la vida, ya sea personal, familiar o en el trabajo, permite autoconocernos mas para ser claros y efectivos a la hora de comunicarnos directamente con quien corresponde.